HISTORIAS DEL FÚTBOL
  • INICIO
  • Equipos con Historia
  • Figuras de leyenda
  • CURIOSIDADES Y ANÉCDOTAS
    • Jugadores
    • Equipos
    • Partidos
    • La Roja
    • Situaciones
  • RELATOS MULTIMEDIA
  • PARTIDOS MEMORABLES
  • GOLES INMORTALES
  • BLOG
  • CONTACTO

Colección de Historias

2002, la UC toca el cielo en el año del cambio

5/8/2020

Comments

 
Imagen
A comienzos de 2002 y con varios clubes en crisis económica (incluyendo Colo Colo y la U de Chile) la decisión ya estaba tomada, la ANFP estaba empecinada en retomar el experimento de 1997 cuando se dividió el torneo nacional en dos campeonatos (apertura y clausura), lo que significaría la instauración de los torneos cortos. Esta vez, a diferencia del 97, el cambio iría un poco más allá, ya que se implementaría el sistema mexicano, que consideraba una fase de grupos y luego una modalidad “playoffs” para dirimir al nuevo campeón del fútbol chileno.
Sin duda, se trataba de un mega cambio en el fútbol chileno, que llevaba largos años –a excepción del citado 1997- jugando torneos largos de 30 o más fechas. Los defensores del nuevo modelo argumentaban que esta forma de campeonato aumentaría la posibilidad de que los equipos más chicos (con planteles más cortos) pudiesen tener más opciones de salir campeones.
 
Las cosas no partieron bien ese año, especialmente para los albos, puesto que el 23 de enero el 22º Juzgado Civil de Santiago decretó la quiebra del club por una deuda de más de 30 millones de dólares. La debacle en las arcas del cacique  afectó inevitablemente en lo deportivo. Partieron del Monumental figuras como Héctor Tapia, José Luis Sierra, Claudio Arbiza, Sebastián Rozental, Claudio Villaseca y Francisco Rojas.
 
Veinticuatro días después, el 16 de febrero se daba el puntapié inicial al torneo de apertura, en el Estadio Municipal de Calama. Ese día el Cobreloa perdió sorpresivamente en el debut, por 3 a 1, ante Palestino. Los 16 equipos de primera A jugarían una primera fase de 15 fechas, divididos en cuatro grupos de cuatro clubes.
 
Desde el comienzo de la etapa regular se notó, claramente, cuales serían los equipos que dominarían el torneo. Es que a diferencia de los campeonatos largos, ahora los que rápidamente se ponían a punto o los que entraban en racha tendrían más opciones de llegar más alto. En ese sentido, los tres grandes comenzaron bien, aunque también lo hicieron Palestino y Rangers. 
 
Entre los duelos atractivos de la fase de grupos hay que mencionar la reñida victoria de los árabes ante Deportes Concepción, por 4 a 3, en la segunda fecha, en una guerra de goles en La Cisterna. O la aplastante goleada de la UC, ante Cobresal, por 7 a 0, en la décima jornada. Aunque también dio que hablar el triunfo de Colo Colo sobre la U, en la fecha 13. Fue un humillante 3 por 0, que se celebró con el alma, ya que los albos no le ganaban a su clásico rival desde 1998. En ese clásico el héroe fue un muchacho de La Legua llamado Francisco Huaquipán, quien marcó dos golazos de antología.
 
Tras las 15 fechas, en el tope de rendimiento figuraban Colo Colo y la UC (con 30 y 29 puntos respectivamente). Después aparecía el sorprendente Palestino, con 26 unidades; la Universidad de Chile y Santiago Wanderers, con 26 unidades cada uno; y Rangers de Talca, con 24 puntos. Por su parte, los peores fueron Cobresal, Deportes Concepción y Unión Española que no superaron las 14 unidades.
 
Comienza la emoción
 
Clasificaron a la siguiente etapa (sextos de final) los tres primeros de cada grupo, tras lo cual se sortearon seis parejas que jugarían en partidos de ida y vuelta. La UC y Palestino no tuvieron grandes problemas para eliminar respectivamente a Huachipato y Coquimbo Unido, mientras que Cobreloa debió esforzarse al máximo para vencer a Santiago Wanderers en dramática definición a penales en Valparaíso (fue el primer partido que se dirimió en tandas desde los 12 pasos, algo que después sería muy común). La tarea le tocó más fácil a Colo Colo que despachó a Santiago Morning en un marcador global (ida y vuelta) de 10 goles a 2.
 
Pero, sin lugar a dudas, donde la emoción estuvo en carne viva fue en los duelos entre U. de Chile/Unión San Felipe y Rangers/Deportes Temuco, ya que ambos partidos se definieron con el recordado “Gol de Oro”, otro registro, hasta esa minuto, inédito en la historia del fútbol chileno.
 
Ya en cuartos de final, Rangers sufrió en demasía para eliminar a Palestino, ya que tras sendos empates logró pasar gracias un gol de visita. Por su parte, Colo Colo se deshizo fácilmente de Cobreloa, mientras que las universidades no la tuvieron fácil frente a Temuco y Wanderers, consecutivamente.
 
Lo interesante estaría guardado para las semifinales, ya que en la primera llave se enfrentaron la UC y la U en dos partidos a muerte, sobre todo en el primero, en el que terminaron empatadas a tres tantos, luego de una épica remontada cruzada que iba perdiendo por 3 a 1 bien entrado el segundo tiempo. La UC finalmente se quedaría con el paso a la final, la tarde noche de 23 de junio, gracias a dos estocadas del paraguayo Jorge Campos, que apagó el sueño azul.
 
En la otra llave se enfrentaban Rangers de Talca y Colo Colo que aparecía como el amplio favorito. Pero pese a todos los pronósticos el cuadro “piducano” sacó ticket para la final con un gran partido como local (triunfo 2 por 1) y un trabajado empate en el Estadio Monumental, que dejó con las manos vacías al gigante albo.
 
La UC, Primer campeón de los torneos cortos
 
El 26 de junio de 2002 más de 15 mil personas repletaban el antiguo Fiscal de Talca, ese noche una multitud de hinchas locales estaban deseosos de vivir una jornada histórica para sus colores. La idea ganar en casa, para luego ir a pelear con todo a San Carlos Apoquindo, tal como lo habían hecho días antes con Colo Colo. El cuadro de Oscar del Solar había sido uno de los más sólidos del torneo, con un equipo equilibrado donde sobresalían Nicolás Peric, en el arco; Marcos González, en la zaga; Matías Guerrero, en la creación; y la dupla Rubén Vallejos/Luis Díaz, en el frente de ataque.
 
Pero al frente estaba la temible UC de Juvenal Olmos, una escuadra que combinaba una dosis perfecta de experiencia y juventud, con figuras como Miguel Ramírez, Cristián Alvarez, Milovan Mirosevic, Pablo Lenci, Arturo Norambuena y Jorge Campos. El equipo estudiantil había sido junto a Colo Colo uno de los más regulares de la primera fase y no había sudado mucho para llegar a la gran final.
 
El partido, quizá a causa de la copiosa lluvia que cayó esa noche en Talca, no fue de gran factura, es más estuvo marcado por lo trabado del juego y las impresiciones. Pero en esa lucha fueron los cruzados los que se vieron mejor y en un contragolpe, a los 57 minutos, Daniel Pérez tiro un remate cruzado que venció la resistencia de Peric. Los locales sintieron el duro golpe y tardaron un rato en darse cuenta que ahora lo importante era no perder. Y la solución vino desde la banca, ya que el argentino Miguel Risso, que ingresó a los 63 del segundo lapso, puso el agónico empate cuando se disputaba el primer minuto de descuento, lo que encendió la ilusión de los forofos locales.
 
En el duelo de vuelta (30 de junio) San Carlos de Apoquindo era una verdadera caldera hirviendo, más de 20 mil fanáticos cruzados alzaban sus banderas en lo que se pronosticaba como una jornada histórica, ya que de ganar sería la primera vez que la UC se titularía campeón en su estadio cordillerano. Desde el pitazo inicial los locales se fueron encima de su presa, a veces con más ganas que fútbol, en una presión asfixiante que luego de más de 40 minutos de juego parecía no dar frutos. Es mas los talquinos habían aguantado el chaparrón inicial y ya se habían aparecido tibiamente por el arco de Walker. En eso estaba el partido cuando a los 45 minutos vino una desinteligencia en la zaga de Rangers y Arturo Norambuena aprovecho el regalo para abrir la cuenta, ante el delirio de los hinchas católicos.
 
Ya en el segundo tiempo y cuando los espectadores recién se estaban reacomodando en sus asientos, vino un terrible desborde por la izquierda de Jorge Campos, que centró hacia el corazón del área para que Norambuena la tocara a un costado de Peric. Era el 2 a 0 y ya Rangers estaba herido de muerte.
 
Lo que vino después fue un monólogo, la UC jugando a sus anchas y el cuadro visitante sólo esperando que el reloj avanzara para que se terminara la pesadilla. Y vendrían todavía más goles, Daniel Pérez, con una ajustada zurda, a los 17; y Milovan Mirosevic, a los 27, con un cabezazo en la boca del arco.  Así la UC logró una inolvidable octava estrella, por primera vez en su nuevo estadio y regalándole la gloria a toda su hinchada. Sería el corolario perfecto para ese torneo de apertura 2002, que quizá por la novedad y las emociones nuevas dejó un buen recuerdo en la afición. (JM)
l
Comments

    Categorías

    All
    C/Anécdotas Equipos
    C/Anécdotas Jugadores
    C/Anécdotas La Roja
    C/Anécdotas Partidos
    C/Anécdotas Situaciones
    Equipos Con Historia
    Figuras De Leyenda
    Goles Inmortales
    Partidos Memorables

    RSS Feed

Con tecnología de Crea tu propio sitio web con las plantillas personalizables.
  • INICIO
  • Equipos con Historia
  • Figuras de leyenda
  • CURIOSIDADES Y ANÉCDOTAS
    • Jugadores
    • Equipos
    • Partidos
    • La Roja
    • Situaciones
  • RELATOS MULTIMEDIA
  • PARTIDOS MEMORABLES
  • GOLES INMORTALES
  • BLOG
  • CONTACTO