En 1993 aterrizaba en Chile el destacado equipo español Real Madrid, que visitaba el país con Iván Zamorano en sus filas -quien estaba recién llegado al conjunto merengue-. El insigne equipo europeo disputó dos encuentros en canchas chilenas, uno con Universidad de Chile, que resultó en empate a dos tantos; y el otro con Colo Colo, en el que resultó vencedor el conjunto popular, con goles de Jaime Pizarro y Hugo Rubio. El “Pájaro” se mandó un partido de aquellos ese 29 de agosto, en el Estadio Monumental, volviendo loca a la defensa del cuadro hispano. /HDF
En 1984 la UC se clasificaba a las semifinales de la Copa Libertadores al vencer, por tres a uno, al Bolívar de La Paz, en el Estadio Santa Laura. Lo curioso es que ese día en la banca del equipo bolivano estuvo el técnico chileno Andrés "Chuleta" Prieto, mientras que en la Universidad Católica lo hizo su hermano, Ignacio. El duelo lo ganó bien la UC del "Nacho" con goles de Osvaldo "Arica" Hurtado, Ramón Isasi y Miguel Ángel Neira. /HDF
Una visita de lujo recibió la selección chilena en junio de 1984, nada menos que la selección de Inglaterra, que hizo un aro en su gira sudamericana para jugar con la Roja en el pasto del Nacional. La escuadra nacional enfrentó a los británicos con un equipo mixto que incluyó a varios jugadores que formaban parte del team que se preparaba para las Olimpiadas de Los Ángeles 1984. No era un partido fácil, ya que los europeos venían de ganar a Brasil en el Maracaná, por lo que se esperaba un match complicado e intenso. Y así mismo fue, ya que en la cancha los blancos de la rosa dominaron todas las incidencias del juego, atacando en forma permanente la puerta chilena. De hecho, pudo haber sido goleada de no ser por las portentosas intervenciones de Roberto Rojas, quien contó con el apoyo brillante de su defensa que ese día tuvo como figuras a Tabilo, Gómez y Hormazábal. Por el contrario, el ataque chileno apenas existió, con escasos chispazos de Jorge Aravena y Jorge Covarrubias. /HDF Clásico universitario en el Nacional, fines de los 80, y mientras el partido se juega a gran ritmo todos se percatan que el tablero marcador electrónico ha dejado de funcionar. Pronto de sabría que el desperfecto no se debió a una falla técnica del sistema, sino a la acción delictual de los ratones del estadio, que se comieron los cables dejando sin energía al dispositivo. /HDF
El 2 de julio de 1939, se juega el primer clásico oficial entre Universidad de Chile y Universidad Católica en el estadio Nacional, el que gana la U por 2-0, ante más de 25 mil personas (goles de Jaime y Guillermo Riera). El espectáculo estuvo precedido por un magnifico show a cargo de las barras estudiantiles, ambas hinchadas venían fogueándose desde hace algunos años cuando competían en el fútbol amateur. Casi un año antes, el 7 de agosto de 1938, se había jugado el primer partido profesional entre Colo-Colo y la Universidad de Chile, en el que vencieron los albos por un apabullante 6 por 0. Ese día, en los Campos Sport de Ñuñoa, hubo mucha pasión tanto en la cancha como en las tribunas, iniciándose una rivalidad que caracterizaría este duelo hasta el día de hoy. Era la última fecha de la primera rueda y los azules marchaban colistas del torneo. Colo Colo, por su parte, necesitaba urgente un triunfo para seguir peleándole el campeonato a Magallanes. Hay que decir que el trámite del encuentro fue un paseo para los colocolinos, que aplastaron al debutante equipo universitario. /HDF
Río de Janeiro, sábado 3 de septiembre de 1989, juegan Brasil y Chile, por las clasificatorias para el Mundial Italia 90. Corre el minuto 69 del partido y Chile pierde uno por cero, con gol de Careca. El resultado no sirve, ya que Chile debe ganar para obtener la clasificación, porque la diferencia de goles favorece a los cariocas (ambas selecciones estaban empatadas a 5 puntos, pero Brasil había convertido más tantos). Súbitamente cae una bengala cerca del arco de Roberto Rojas y este cae al piso tomándose la cabeza, con evidente expresión de dolor. Los jugadores chilenos corren hacia el portero para auxiliarlo. Se suceden minutos de gran tensión e incertidumbre, tras lo cual Rojas es trasladado en una camilla, secundado por todos los jugadores rojos, para ser atendido y curado, ya que se ve bastante sangre en su cabeza y rostro. Luego de varios minutos de espera los jugadores de Chile deciden no regresar a la cancha indignados por lo que ha sucedido en el campo de juego, pese a la advertencia de los dirigentes Alfredo Asfura y Miguel Nasur, quienes alertan sobre las graves consecuencias que puede traer la no vuelta a jugar. En la cancha y ante la no presencia del conjunto chileno, el árbitro argentino Juan Carlos Loustau da por finalizado el match, mientras que en el camarín médicos brasileños revisan a Rojas y en primera instancia descartan que la bengala le haya producido la herida, ya que se trata de un corte recto y horizontal. Finalmente, y después de por lo menos tres horas de encierro en el camarín, los integrantes de la selección nacional salen al bus y de ahí parten directamente hacia el aeropuerto, para embarcarse hacia Chile, donde la indignación popular aumenta en cada minuto. El que escribe esta nota fue uno de los miles de furiosos hinchas que esa tarde, después del partido, acudió a la Embajada de Brasil, para protestar por lo que se creía era un robo a mano armada de Havelange y la "señora FIFA". Después vendría la confesión de Roberto Rojas, quien reconoció haberse cortado con un bisturí que tenía escondido en el guante, hecho que impactó y desilusionó a todo un país. Rojas fue suspendido de por vida por la FIFA y a Chile se le castigó con la no participación en las eliminatorias mundialistas siguientes (USA 94). Así terminaba uno de los episodios más negros en la historia del fútbol chileno, todo un gran bochorno, que, además, afectó a una generación entera de futbolistas nacionales. /HDF Una de las curiosidades del fútbol antes, ahora y siempre son los llamados auto goles, que pueden significar el drama para el que los convierte y el éxtasis para los que reciben el inesperado premio. Uno de los más recordados ocurrió en 1991, en un partido que jugaban la U y Deportes La Serena. El match estaba empatado a uno, cuando en el último minuto del tiempo reglamentario el líbero serenense Germán Vergara traslada la pelota hacia una banda, fuera del área. En eso lo apura un jugador azul y logra eludirlo, llega otro y también lo pasa. El arquero papayero Eduardo Fournier corre en diagonal para auxiliarlo y pedirle que le entregue la pelota, pero extrañamente Vergara se manda un largo zapatazo que pasa por encima del portero y se cuela por el ángulo. Auto golazo y fin del partido. /HDF
El 27 de agosto de 1995, en la fecha 16 del torneo nacional, Colo Colo enfrentaba a Regional Atacama y la gran novedad era el debut de Ivo Basay por el cuadro albo, quien regresaba al país después de varios años en Francia, México y Argentina. Rápidamente los espectadores que llegaron ese día al Monumental, se dieron cuenta que algo inusual pasaría en esa jornada, ya que Colo Colo jugaba a placer con Etchebery, Rubio, Basay, Espina y Marcelo Vega; mientras que los nortinos apenas reaccionaban y se veían como perdidos en la cancha, lo que se agravó al minuto 14 cuando se fue expulsado el atacameño Caballero. Cuento corto el cacique se dio un festín de aquellos esa tarde, al ganar por la friolera de 10 goles a cero, un marcador que no se da muy seguido en el fútbol profesional. Ese domingo histórico registró tres goles de Marcelo Espina, dos de Ivo Basay; y otros cinco de Miguel Ramírez, Marco Etcheberry, Fernando Vergara, Leonel Herrera y Fabián Estay. /HDF
En el intermedio de un partido entre Huachipato y Fernandez Vial en Collao, se produjo una acalorada discusión y pelea entre el acerero Wilson Núñez y el aurinegro Juan Rojas, siendo este último el más damnificado, ya que termino sangrando profusamente de su ceja izquierda. Después que lo separaron Rojas fue llevado a la enfermería del Estadio Regional y Núñez fue detenido por Carabineros y conducido a la comisaría. Pero lo más curioso es que después de un rato fue el propio Rojas quien acudió al cuartel, para rescatar a su agresor levantando todos los cargos. Cosas del fútbol. /HDF
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