24 de marzo de 1985, Estadio Nacional, Chile juega con Uruguay un apretado partido por las eliminatorias al Mundial México 86. Recién ha comenzado el segundo tiempo y la Roja vence por un tanto a cero. Hugo Rubio agarra la pelota en mitad de cancha y se manda una espectacular corrida por la banda derecha y cuando llega casi a línea de fondo es derribado por Diogo. El árbitro cobra la falta y toma el balón Jorge Aravena, quien intentará crear algo de peligro. El ángulo es extremadamente cerrado y más encima el "Mortero" tiene encima a los tres hombres de la barrera uruguaya. Pasan algunos segundos y el talentoso volante chileno le pega con borde interno, lo que hace que la pelota se eleve y agarre una comba endemoniada, que supera la estirada del meta Rodolfo Rodriguez y se incrusta en el segundo palo. Los uruguayos no pueden creer como Aravena puso ahí esa pelota y los chilenos se funden en un abrazo junto a la galería. Fue el gol imposible, una de los tantos más espectaculares en la historia de la roja. /HDF Uno de los goles más espectaculares registrados en canchas chilenas lo marcó el jugador Erik Lecaros, el 28 de noviembre de 1993, en el Estadio Monumental. Esa tarde jugaban Colo Colo y Antofagasta, por la fecha 24 del campeonato nacional. Los del norte visitaban al puntero del torneo, al cual le hacían un peleado partido, cuando Lecaros, en ese tiempo delantero de los del Loa, recibió una pelota en campo propio, tras lo que eludió a Marcelo Vega y Miguel Ramírez. Segundos después y cuando cruzaba la mitad de la cancha miró a lo lejos y percibió que el arquero albo, Daniel Morón, estaba algo adelantado de su arco, ante lo que no dudó lanzando un zapatazo alto y recto, desde casi 45 metros, que se coló por el arco norte, dejando con la boca abierta al público presente. Un verdadero golazo, que quedó para siempre en el recuerdo. /HDF
Un recordado gol se vivió el antiguo Estadio Las Higueras de Talcahuano, hoy CAP, ocurrió en septiembre de 1995, en un partido que jugaban Huachipato y Cobreloa. Iban 77 minutos del encuentro cuando el volante paraguayo OmarGómez recibió el balón de su propio arquero, pocos metros fuera de su área, para luego mandarse una monumental recorrida de casi 80 metros, en la que se pasó a cuatro jugadores nortinos (Silva, Muena, Corrales y Jaque), que siguió con una correcta pared con Luis Castillo, para finalizar con un sutil toque en el palo izquierdo del golero Berríos. A lo Maradona. /HDF
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